Miel de Floración de Mango: la historia detrás de una miel realmente pura

Cuando comenzamos en la apicultura hace más de cuatro años, pronto entendimos algo fundamental: el uso de químicos en la agricultura tiene un impacto real en los polinizadores naturales. Esa conciencia nos llevó a comprometernos aún más con nuestra labor, no solo para ofrecerte una miel pura y natural, sino para hacer las cosas con respeto por la naturaleza. Cuidar a las abejas también es cuidar el equilibrio de los ecosistemas, porque su polinización sostiene gran parte de los alimentos que consumimos. Por eso, cada frasco de miel que llevas a casa representa un trabajo armonioso entre abejas, plantas y seres humanos.

🌼 El viaje comienza con el primer brote de mango

Cada año, cuando las huertas de mango empiezan a llenarse de flores, sabemos que es momento de mover nuestras colmenas. No es un viaje sencillo: hay que esperar el clima adecuado, y  hablar con los agricultores y asegurarnos de algo fundamental… que las huertas sean libres de químicos.

Porque nuestras abejas son pequeñas, sí, pero también son delicadas. Cualquier pesticida podría afectar no solo a ellas, sino a la pureza de la miel que producirán. Por eso colaboramos solo con agricultores que entienden la importancia de un manejo limpio. Es un trato de confianza: ellos nos permiten entrar con nuestras abejas y, a cambio, sus árboles se benefician de una polinización natural que mejora la calidad de la fruta.

Entonces, esperamos a que caiga la noche, cuando las abejas ya están dentro de la colmena y descansando. Solo entonces, con mucha suavidad y sin alterar su ritmo natural, las transportamos de un campo a otro. Es un trabajo que suele durar toda la noche, pero lo hacemos con gusto.

Y así comienza la magia: miles de abejas volando entre flores de mango, recolectando néctar que pronto se convertirá en una de las mieles más especiales de México.

🍯 ¿Qué hace diferente a una miel realmente pura?

Lo primero que aprendimos es que la miel auténtica no necesita ser modificada para ser perfecta. Nuestra miel es 40% más densa que el agua, un rasgo natural que aprovechamos para un proceso antiguo y noble: la decantación de miel.

En lugar de calentarla o filtrarla de manera industrial, simplemente la dejamos reposar el tiempo necesario. La naturaleza hace el resto. Gracias a su densidad, las impurezas y el exceso de humedad suben a la superficie y la miel se limpia sola, sin que perdamos enzimas, aromas ni propiedades.

El resultado es una miel espesa, aromática, con notas florales y un toque frutal muy sutil. Una miel que cristaliza naturalmente, como debe ser la miel pura.

🐝 Cuando termina la floración, comienza otro capítulo

La vida de una colmena es movimiento constante. Una vez que termina la floración del mango, las llevamos a nuevas regiones en busca de otras floraciones: multiflora, mangle y otras plantas que enriquecen su dieta y les permiten seguir produciendo miel natural durante el año.

Siempre evitamos las zonas agrícolas convencionales, porque nuestra misión es simple pero firme: proteger a las abejas y ofrecerte una miel auténtica, sin químicos, sin mezclas y sin procesos que alteren su esencia.

🟡 Un frasco de miel con historia

Cuando tomas un frasco de nuestra miel de floración de mango, no solo llevas a casa un alimento; llevas el trabajo de miles de abejas, el compromiso de agricultores responsables y la dedicación de una familia de apicultores que cree en hacer las cosas bien.

Cada gota cuenta una historia de respeto por la naturaleza. Y ahora también puede formar parte de la tuya.